Fotos inéditas del Ficus
miércoles, 28 de noviembre de 2007No os asustéis, nadie le ha hecho nada a nuestro querido ficus. Estas fotos nos las ha enviado Encarna, de la Asociación de Vecinos, para que las publiquemos y las pongamos al alcance de todos.
Son de la segunda mitad de los años 90, pero no podemos precisar la fecha exacta. Se trata de la salvaje poda a la que fue sometido el Ficus, cuando su copa era aún mucho más grande que la actual. Los servicios de jardinería del Ayuntamiento acudieron para efectuar un "saneamiento" que acabó con parte de sus inmensas ramas (más grandes que muchos árboles), que ya sobrevolaban la acera cercana.
Teniendo en cuenta que los Ficus necesitan de largos periodos de tiempo para su crecimiento, así como para que el desarrollo de sus raíces aéreas permita que lleguen al suelo y actúen de "pilares estructurales" que ayuden a soportar el peso de las ramas... cometieron un delito ecológico al anular años de crecimiento de este árbol centenario.
Una poda más leve para garantizar la seguridad de los viandantes habría sido suficiente.Como curiosidad, podemos ver que al fondo se ve el antiguo reformatorio: el Centro Tabarca, hoy desaparecido. Estas son las primeras imágenes que tenemos del mismo, y tenemos muy pocos datos, por lo que os invitamos a que compartáis con nosotros vuestros recuerdos del edificio.
Esperamos que hayáis disfrutado de estas fotos, y sentimos si os habéis llevado un susto pensando en que la sierra eléctrica había decidido atacarle durante estos días!
¿Sabías que...
... la candidata a alcaldesa por el PSOE, Etelvina Andreu, nació y creció en el Pasaje Miralmar de Benalúa, con la preciosa vista del Ficus desde sus ventanas?? Además, ella cuenta una anécdota sobre el ficus muy curiosa: un día paseando por la calle junto al mismo, una chica le "cayó del cielo" encima. Tras el susto, ¡descubrió que la chica había trepado por las ramas para escaparse del reformatorio!
Viviendas Originales de Benalúa - Explorando su interior - Alberola 16-18-20
martes, 27 de noviembre de 2007Hace unos días os hablábamos de unas viviendas originales en pleno proceso de demolición. Eran los números 16, 18 y 20 de la Calle Alberola. Pues bien, en un par de semanas, han pasado del estado que os mostrábamos a éste otro:

Por "suerte", al igual que con el número 29 de la misma calle, pudimos entrar para ofrecer un testimonio de su interior en pleno proceso de demolición, para ilustrar en el futuro los desastres que se cometieron en nuestro tiempo.
Para poder introduciros, si os preguntáis porqué están cayendo estas casas, os diré que es una suma de factores demasiado compleja. Economía de las familias, coste de la vida, coste de la rehabilitación y adecuación de estas viviendas, grandes ofertas de los promotores... pero yo quiero destacar una: la pérdida de la calidad de vida que viene motivada por los errores del pasado.



Por suerte, hoy en día los edificios nuevos tienen un fondo edificable máximo, y deben respetar patios interiores de iluminación y ventilación, y se impide que desastres como los que vemos en los que las fachadas traseras y medianeras llegan hasta el linde con los patios creando un auténtico asedio.

Al cruzar la puerta llegó el horror: suciedad, escombros... todo sepultaba los pavimentos de baldosa hidráulica, ocultaba la percepción de las habitaciones...
Las puertas habían desaparecido, y sólo permanecían las barandillas de las escaleras y algún que otro detalle sin importancia. La casa había sido expoliada para venderla por partes, anulando su identidad y preparando el ritual de su demolición definitiva, arrancándole hasta el último pedazo con el más mínimo valor. La donación de órganos forzosa estaba llegando a su fin, y tocaba la hora de la extrema unción.

En la número 16, todavía resiste el segundo forjado, también con entrevigado de madera, lo que nos dice que se sobreelevó en los primeros años de vida de Benalúa.
Para llegar a la vivienda nº 20, se ha hecho un acceso a través de la medianera, entre agujeros en el suelo, hierros, vigas y escombros. Las tres casas están comunicadas formando un último laberinto conjunto de salas llenas de escombros, que llega a confundir y a desorientar.

Nos cuenta que la viga más valiosa es la central de la cumbrera, que recoge las transversales que hacen las dos aguas. En todas las viviendas de Benalúa se ejecutó con una viga de hierro colado para abaratar costes y aprovechar los recursos de la industria emergente. Pero en alguna, como este caso, aparecía una gran viga central de madera como un auténtico alijo.
Para desmontarla, simplemente utilizan un sistema de cuerdas, la levantan, y al estar simplemente apoyada (y no trabada con ningún elemento), la bajan con toda facilidad.


Era una casa cuidada y querida.




Benalúa se queda sin alumbrado navideño
Motivo de discusiones sobre la sostenibilidad, el consumo energético y la incitación al consumismo, las luces de navidad ya han constituido un factor cultural de la sociedad moderna que, en las ciudades, se convulsiona cuando llegan las fiestas de Navidad.
Sin entrar a valorarlas si son necesarias o no, queda patente que ayudan al pequeño comercio a crear un ambiente agradable para el paseo y para potenciar sus ventas en estas fechas, tratando de evitar la fuga de todas las compras hacia los centros comerciales. Esto, sin duda, repercute en la vida de barrio y en muchos otros aspectos: un barrio con comercios es un barrio vivo, con enlaces sociales, con recursos, con una economía que repercute en las familias que allí trabajan... y crea un espíritu colectivo. Además, ayuda a mantener las calles transitadas, algo muy beneficioso para la seguridad y la calidad ambiental.
Benalúa se caracteriza por ser un barrio con muchos comercios en todas sus calles, al contrario de lo que sucede en otros barrios que no están en el centro urbano. Por ello, todos los años, la asociación de comerciantes reunía fondos para decorar algunas calles con luces, y favorecer las compras en el barrio.Sin embargo, como apunta el diario 20 minutos, parece que este año no se podrá realizar esta decoración dada la recesión económica.
La economía en la Comunitat ya no es tan fuerte como años atrás y, además de las familias, lo están notando los comerciantes. Tanto es así que tres barrios han renunciado a las luces de Navidad por falta de recursos.
Por ello, desde aquí queremos invitaros a todos a realizar las compras que podáis en el comercio tradicional, ya sea de Benalúa o de cualquier barrio, fomentando el mantenimiento del pequeño negocio y ayudando a la economía alicantina y no a la de las multinacionales.
Y si tenéis alguna foto de luces navideñas en Benalúa, serán bien recibidas para que luzcan, al menos, en el blog!!
Fotografías del alumbrado navideño de 2006 en Benalúa
La hoguera de Benalúa en SICANIA (1958-1959)
domingo, 25 de noviembre de 2007Destacó especialemente la "foguera" de la plaza de Benalúa. obra del artista Ramón Marco, que representó, simbolizada en una hermosa labradora valenciana sobre un cesto de flores sostenido por una torre de hombres, la ayuda que la capital de la región recibió de las demás regiones españolas. El monumento alcanzó 25 metros de altura y fue visitadísimo, como así también la calle de Guardiola, adornada con numerosos abanicos de madera y seda con gruesos borlados y que ofrecían motivos críticos llenos de ingenio y buen humor.
Debemos recordar que ese año, en el año 1958, el presidente Ramón González García nombraba al artista Ramón Marco Marco para realizar el monumento "Hermandad Española"; la Hoguera de Benalúa ganó el primer premio a la categoría especial, original de don Ramón Marco, y se llevó un premio de 2500 pesetas. La Belleza de la hoguera fue Angelita Martínez Sánchez y sus damas fueron Valentina Marín García y Dorita Martínez Sánchez.
¡Es posible que las fotos que tenemos de la calle Guardiola engalanada en Hogueras, publicadas en el artículo Recuerdos de la Calle Arquitecto Guardiola, pertenezcan a este mismo año!
Artículo Relacionado
Historia de la Foguera de Benalúa: de 1958 a 1960
¿Sabías que...
sábado, 24 de noviembre de 2007
Viviendas Originales de Benalúa (10) - Alberola 16-18-20
lunes, 19 de noviembre de 2007Hace unas semanas una vecina me alertó de que estaban demoliendo unas viviendas en la Calle Alberola. Corriendo fui a buscarlas, pero no las localicé. Cuando volví a hablar con ella, me las mostró desde su balcón, y entonces, pude comprender porqué no lo había visto.
Lamentablemente, este proceso es irreversible e imparable (ninguna vivienda está protegida en el catálogo municipal, puesto que no les interesan para nada), ya que cuando alguien vende una de estas casas, las vende para conseguir dinero y una vivienda mejor, sin problemas de humedad, frío... y suele pesar mucho más la economía que el cariño y los recuerdos. Además, la operación de reforma de una casa como estas para adecuarla es muy viable, pero no todo el mundo puede costeársela.
Eso sí, puedo constatar que más de 120 años después, las casas no presentan ni el más mínimo problema estructural o constructivo, que tras esas gruesas paredes nadie puede pasar frío si instala unas buenas ventanas, y que como hemos visto en todos los casos analizados, una sencilla reforma puede darle décadas de nueva vida a estas casas.
Hasta hace poco, fue uno de los últimos conjuntos contínuos de las primeras viviendas del barrio, que nos podía ayudar a imaginar cómo fue Benalúa hasta que el desarrollismo hincó el diente en el barrio.
Pues bien, hoy ya se puede considerar que están derribadas, así que vamos a darles un último homenaje por haber estado levantadas 123 años, por haber albergado a generaciones de benaluenses, y sobretodo, por haber desaparecido en medio del olvido y el vacío que tanto le gusta al Ayuntamiento de Alicante.
Os invitamos a todos a que paséis frente a ellas y veáis sus ruinas por última vez, antes de que levanten un gran edificio en su lugar...
Podréis reflexionar sobre el sentido que tiene este tipo de actuaciones, que nos conducen al olvido del pasado y a la construcción de una realidad sin sustrato ni valores que resistan a los embites del poderoso caballero don dinero.
El número 16 era una vivienda sobreelevada 1 altura, pero conservaba perfectamente la composición original de huecos. El piso superior tenía unas ventanas más pequeñas (no de suelo a techo como el resto), y se distinguía muy bien la "junta" donde creció la nueva altura. Las ventanas conservaban las carpinterías originales de madera, así como las persianas exteriores. De nuevo, nos encontramos ante un caso atípico con pequeños balcones en las 3 ventanas. En la planta baja se había instalado un taller de vehículos aprovechando la puerta ancha, pero la ventana y la puerta de acceso lateral se conservaron igual que se crearon hace más de 100 años.
El número 18 era hasta hace poco tiempo una popular tienda del barrio donde se vendían pantalones vaqueros. La planta baja había sido revestida para resaltar la tienda, y la ventana lateral se había ampliado para que entrara más luz. La puerta de acceso también había sido modificada, por lo que en su fachada residía todo el interés en su planta superior, donde las tres ventanas tenían un pequeño balcón y todas conservaban sus carpinterías de madera originales.
El número 20 también había revestido su planta baja para adecentarla, aunque de una manera un tanto desafortunada por modificar la fachada con bloques de hormigón vistos al exterior. Sin embargo, de las viviendas que hemos analizado, es de las que tenían mejor conservadas sus carpinterías: todas íntegras (salvo una hoja de la puerta central), pintadas del mismo color, cuidadas, con todos sus cristales...
Tenemos que añadir que esta vivienda guardaba mucha historia en su interior, ya que en sus bajos se alojó el Teatro Campoamor de 1901, del que os contamos su historia aquí.
En la planta superior podemos ver que se trata del modelo más frecuente: un único balcón central en el dormitorio principal, y unas barandillas de apoyo en el resto de ventanas.
Puedes localizar dónde estaban estas viviendas en nuestro Mapa de Panoramio: número 20, número 18, número 16