Viviendas Originales de Benalúa (08) Pérez Medina 25-26-28-29-34-37
martes, 9 de octubre de 2007Este tramo sur de la Calle Pérez Medina es fructífero en cuanto a hallazgos de Viviendas Originales. Podemos encontrar ejemplos de lo más varopinto, como a continuación podréis ver.
En el número 25, podemos encontrar una curiosa vivienda. Se trata de una casa de planta baja + piso. A simple vista, nos parece de un corte más moderno que las viviendas tradicionales, pero nuestra bien entrenada mirada nos hace reconocer rasgos inevitables.
Fijáos en la moldura de la cornisa, en que ocupa una parcela de tamaño y posición exacta a las originales, que tiene la misma altura, tejado... y por si estos indicios no son suficientes, podéis apreciar el ritmo de los huecos de la fachada en planta baja, que pese a haber sido distorsionados para ubicar una clínica de Fisioterapia, siguen guardando un parecido más que similar con los de las Viviendas Originales.
Como conclusión, aseguramos que se trata de una de las casas con las que se originó el barrio, y que con el paso del tiempo, en algún momento (seguramente entre los años 60 y 70 por el tipo de reforma) su propietario decidió remodelar la fachada, sacando un balcón corrido común a los 3 huecos de ventanas, y cerrándolo en dos de ellos, además de retocar los huecos de la planta baja.
Se puede considerar como una pérdida en cuanto al legado patrimonial y ambiental que se perdió, pero también como una manera de supervivencia para mantener una casa que, de otro modo, probablemente habría sido pasto de la excavadora. Aunque ya no encontremos su lenguaje clásico, seguramente en el interior se conserva alguna sorpresa que perdura desde su construcción inicial. Además, su valor urbano es positivo: evita la densificación del barrio (1 vivienda en lugar de 5 sobre el mismo solar, con sus correspondientes coches...), aporta luminosidad (entra luz por el hueco que deja en su parte alta entre edificios de mayor altura) y esponja la visibilidad.
Y por si fuera poco, ayuda a mantener un trocito, aunque sea muy borroso, de nuestra historia, y esta reforma se podría deshacer con una operación de reconstrucción de la fachada.
En la acera de enfrente, tenemos la suerte de poder ver de nuevo dos Viviendas Originales, consecutivas, algo que ya resulta hasta raro tal y como está el barrio hoy en día.
Se trata de los números 26 y 28, dos casas muy bien conservadas.
El número 28 ha sido pintado de un color azul claro que realmente realza el carácter del edificio. Conserva todos sus huecos de fachada intactos, así como el voladizo del balcón original, las rejerías y las carpinterías de todas las ventanas, constituyendo un ejemplo digno de un estudio en profundidad. Pero además, un toque de distinción y que demuestra el cariño que le profesan sus dueños (que emana desde todos sus detalles) es la conservación de las puertas de acceso, tanto la central como la lateral, ambas de gran belleza y valor.
A pesar de esto, tenemos que mencionar una desafortunada ocultación de los sillares de base de la fachada con unos aplacados de piedra falsa, y la destrucción y ocultación de las molduras y despieces dibujados originalmente en la fachada.
El número 29 es otro buen exponente de una Vivienda Original bien conservada. En este caso, se ha convertido toda la casa en una única vivienda, y se ha sustituido la puerta de acceso central por una ventana bien encajada en el ritmo de la fachada y en perfecta convivencia. Se ha colocado una capa de mortero pintado en la fachada, con un despiece horizontal que no hace justicia a la fachada original, pero que tiene un cromatismo acertado en el conjunto.
De nuevo, en este caso, se ha ocultado la base de sillares vistos de la fachada a cambio de un aplacado en el mismo lugar. Y una decisión maravillosa ha sido la de conservar las antiguas carpinterías y marcos de ventanas (todos de madera), sin modificar nada la fachada, ni siquiera para introducir las persianas modernas enrollables, cuyo tambucho se ha ubicado empotrado en el exterior del marco sin resaltar excesivamente.
El número 29 es otro ejemplo a destacar. Esta casa pintada de un color cobrizo, ha respetado todos los huecos de la fachada, las rejerías, las carpinterías de la planta baja... incluso los sillares de la base (aunque pintados) se mantienen. Pero como todo no puede ser perfecto, en la parte superior, pese a mantener las molduras del marco original de las ventanas, se ha reducido el tamaño de éstas para poder ubicar una persiana interior moderna y unas ventanas convencionales actuales (aunque eso sí, mantienen las tradicionales originales).
El interior de la planta baja es una tienda muy curiosa (El Crisol, un herbolario), y os recomendamos asomaros, al menos para apreciar lo bien que han restaurado el interior del edificio y lo hermosas que son las vigas de madera originales del techo.
En el número 34 tenemos una tragedia que avanza a pasos agigantados hacia un final cantado que más que probablemente sea su demolición. El estado en que se encuentra no dice nada a su favor, sino todo lo contrario: habla de desidia y olvido, falta de cariño y de cuidado ante una pieza histórica como ésta. Se ha reducido alarmantemente el tamaño de las ventanas, bajando los dinteles para ubicar los tambuchos de las persianas. Además, ni siquiera se ha pintado, y se han eliminado las carpinterías de madera. Una vivienda que con una mínima inversión sería un reclamo potencial para esta tienda por el encanto que significaría, se convierte en un elemento gris, sucio y de rechazo en la estampa urbana, a pesar de conservar su composición original, sus rejerías, la puerta de acceso... Es una lástima que un esfuerzo tan mínimo no se realice.
Para finalizar, vamos con una nueva curiosidad: el número 34. No, no nos hemos equivocado, y no se hacían viviendas de 4 pisos en Benalúa en 1884.
Fijáos en la puerta, en las molduras, en el voladizo del balcón del primer piso, en el ritmo de huecos de la fachada... esta vivienda original se modificó para ser sobreelevada y poder añadirle 2 alturas, con balcones exteriores corridos. Desconocemos el momento en que se realizó (aunque podríamos asegurar que se produjo en el intervalo que va desde los años 50 a finales de los 70). Se eliminó el tejado y se crearon nuevos forjados para aprovechar este solar y rentabilizarlo al máximo, conservando los elementos que fueran posibles de la casa original (no por respeto ni criterio de conservación, sino por economizar al máximo la inversión, que no eran tiempos de despilfarro). Es triste, pero esto marcó probablemente el final de una vivienda original, y su conversión en una caricatura de la misma...
Como habréis podido apreciar en estas fotos y en todas las de los posts anteriores sobre edificios de Benalúa, existe una triste tendencia consistente en afear y estropear las fachadas tanto a base de cables como a base de pegatinas para servicios domésticos... Es algo sobre lo que todos deberíamos concienciarnos para tratar de evitarlo.
En las inmediaciones de todas estas casas, durante el último año, se han construido 3 nuevos edificios en este tramo de la calle sobre viviendas originales que no pudimos fotografiar (recordamos que siempre serán bienvenidas las fotografías del barrio recibidas en nuestro email!!)
Puedes ver estas viviendas en nuestro mapa de Panoramio: números 25, 26, 28, 29, 34, 37.