El cuento de nunca acabar del que os informaba Rubén en el anterior artículo continúa su lento peregrinaje. Ya sabéis que ahora las disputas corren a cargo de si yo pago una parte y tú tres más, que si yo limpio pero poco, no sea que a la siguiente me la hagas, que si es que ahora me llamo Adif y Renfe es otra cosa, Casa del Mediterráneo no, Casa del Mediterráneo sí pero sede de la UPM no, que si nos toca esperar más de lo previsto porque claro, si tú no cumples los plazos yo tampoco...

Y entre todo este maremágnum de adversidades que cruzan el edificio emblemático del barrio, surge de repente otra noticia en el diario Información, que utiliza la denominación correcta que nosotros reivindicamos: Estación de Benalúa.

Atención, porque priorizan el término Estación de Benalúa en el titular (y más, tarde, entre paréntesis, dicen "también conocida como estación de Murcia") y este hecho es todo un logro, porque aunque anteriormente otros diarios sí habían considerado el nombre, no tenían tanta tirada ni público potencial como el diario Información. Es un acierto del diario haberse informado y recuperar el nombre oficial que aparece en la misma estación, que se publica en el artículo hasta cuatro veces.

Os dejo con el artículo de Manuel Dopazo, pese a que es una nueva disputa entre Ayuntamiento y Adif:

El arreglo de la Estación de Benalúa llegará al juzgado al denegar Llorens el recurso de Adif
El enfrentamiento entre el Ayuntamiento y Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) por la rehabilitación de la Estación de Benalúa (también conocida como Estación de Murcia) acabará en el juzgado de lo Contencioso-Administrativo al rechazar el concejal de Servicios y Mantenimiento, Andrés Llorens, el recurso interpuesto por la compañía pública ferroviaria. La resolución municipal deniega la petición formulada por Adif en su recurso de que se anule el decreto municipal en el que se ordena iniciar la rehabilitación del edificio en seis meses, y reitera que dicho plazo es tiempo "más que suficiente" para iniciar estos trabajos.
La respuesta municipal se recoge en un decreto de Andrés Llorens en cuya resolución resuelve desestimar el recurso de reposición de Adif contra el decreto suscrito por el mismo edil del 23 de mayo pasado, en el que se ordenaba a la sociedad pública ferroviaria que "en un plazo no superior a seis meses y bajo la dirección e inspección de técnico competente, proceda al inicio de las obras de rehabilitación de la parte y elementos del edificio dañados, (fachadas, cubierta y las necesarias para garantizar su estabilidad)".
Contra esta orden del Ayuntamiento, Adif presentó el pasado día 11 un recurso de reposición en el que subrayaba que el plazo de seis meses que se le concedió para iniciar la rehabilitación de la Estación de Benalúa "resulta de imposible cumplimiento", ya que "el inicio de las obras requiere un proyecto previo", y que tanto la redacción del proyecto como la adjudicación de las obras "han de someterse por imperativo legal a los correspondientes concursos, con el cumplimiento de los plazos legales, dada la condición de entidad pública de Adif".
La respuesta municipal a esta reclamación ha sido reafirmarse en el plazo de seis meses y así lo ratifica en el decreto Andrés Llorens al advertir que "en ningún momento se dice que las obras deben ejecutarse en dicho plazo, sino que en el plazo de seis meses deben iniciarse las obras, tiempo más que suficiente para tramitar los procedimientos que como entidad pública empresarial correspondan". No obstante, a renglón seguido, la resolución municipal añade que "en cualquier caso, y siempre fundamentadamente, si la tramitación de la adjudicación de las obras ordenadas se dilatara en el tiempo, Adif puede solicitar una ampliación del plazo otorgado para el inicio de las mismas".
El edil del PP, sin embargo, admite en su decreto que Adif ha cumplido tres de las cuatro exigencias del decreto municipal de mayo. En la primera de ellas se le daban diez días de plazo para el saneado del inmueble, la limpieza y recogida de escombros, el tabicado de los huecos de fachada y el cerramiento del recinto. La segunda exigencia consistía en prohibir el acceso al inmueble salvo para las tareas de reparación. Finalmente, se le concedía un mes para aportar el certificado de inspección para supervisar el estado de conservación de la Estación. El decreto de Llorens señala, con respecto a estos tres puntos, que "se consideran cumplidos", y tan sólo se añade al respecto que "será necesario mantener el inmueble limpio y cerrado", y se recuerda a Adif que deberá "controlar y vigilar" la prohibición de acceso al edificio, salvo para su reparación.
Pese al cumplimiento de una parte de los requerimientos municipales, Llorens rechaza la solicitud de Adif, de que se suspenda la ejecución del decreto del 23 de mayo porque tal petición se considera "improcedente, dada la urgencia y necesidad de actuar sobre el inmueble de referencia, por su gran valor arquitectónico, histórico y ambiental".
En el decreto se indica que contra el mismo cabe interponer recurso ante el juzgado de lo Contencioso-Administrativo en el plazo de dos meses, procedimiento que ya anunciaba Adif en su recurso sin no se admitían sus peticiones.

Hasta 10 multas coercitivas

El Ayuntamiento informa a Adif en el mismo decreto en el que se deniegan sus peticiones, que para la realización de las obras de reparación y rehabilitación de la Estación de Benalúa "no precisa licencia de obra alguna", lo que acelera los trámites para actuaciones como éstas, referidas a trabajos de consolidación de inmuebles. No obstante, Andrés Llorens advierte a la compañía pública ferroviaria de que en caso de incumplimiento de su obligación de rehabilitar el edificio, como propietaria del mismo, podrá ser sancionada con la imposición de hasta diez multas coercitivas, a razón de una mensualmente, "sin perjuicio de la incoación del expediente sancionador que corresponda" para depurar responsabilidades.

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Reivindicando un nombre propio: Estación de Benalúa