Viene de Parte I y Parte II
¿Sería posible que, además de lo dicho, Los Antigones fueran más antiguos todavía, y que representaran una ocupación prehistórica?
La documentación de restos antiguos en el subsuelo de Benalúa ha seguido imponiendo la realización de catas y prospecciones en casi todos los solares destinados a nuevas construcciones. En virtud de esa normativa, en 1997 se iniciaron los trabajos arqueológicos preceptivos en el solar de la C/ Pérez Medina, 18, bajo la dirección técnica de Pilar Beviá Llorca. El solar, de unos 170 m² de superficie, es contiguo a otro excavado a finales de los años ochenta –C/ Pérez Medina, 16-, en el que se documentó un vertedero colmatado en cuyo interior se recogieron materiales tardorromanos, un vertedero en época tardorromana que alcanzaba grandes proporciones y una considerable profundidad.
En la zona norte del Corte 1 se detectó una depresión en el terreno, cortando a modo de escalón el estrato geológico. Dicha alteración quedó perfectamente documentada en el perfil estratigráfico resultante del sondeo (Fig. 2). Su excavación, ahora nos resulta de alto interés, una vez que se encontraron junto a algunos bloques de piedra fragmentos de cerámica a mano, cuya valoración puede hacer plantear una ocupación previa a la hasta ahora considerada para el área de Els Antigons.
Los fragmentos localizados en la base de la estratigrafía del solar de la C/ Pérez Medina 18 no dan lugar a confusión, pues una vez remontados parcialmente descubren una vasija de base plana, perfil suavemente convexo y borde exvasado (Fig. 3). El acierto de Pilar Beviá en separar estos restos de su presumible filiación tardorromana y la búsqueda de una correcta adscripción cultural para este material es lo que nos ha llevado a valorar una posible ocupación prehistórica de la meseta sobre la que se asienta en la actualidad el Barrio de Benalúa.
Con más o menos detalle, la meseta dels Antigons aparece cartografiada al menos desde principios del siglo XVIII (Fig. 4), apreciándose siempre su interposición entre dos ramblizos de cierta entidad: al este el barranco de San Blas, que hasta su desvío a finales del siglo XVIII desembocaba frente al antiguo Baluarte de San Carlos, bajando en dirección sureste, mientras que por el oeste un pequeño ramal del anterior descendía en sentido norte-sur por la actual C/ María Mazzarello para ir a desembocar en la costa. Basándose en un plano de Alicante de 1794, P. Reynolds (1993) elaboró un mapa topográfico aproximado del área de Benalúa en el que situó los hallazgos de materiales tardorromanos localizados, y que en parte coincide a grandes rasgos con la información topográfica que proporciona un plano de Alicante elaborado por ingenieros militares a finales del siglo XIX, antes de la urbanización de la zona. Sobre la trama urbana superpuesta, comprobamos que el solar de la C/ Pérez Medina, 18 queda claramente situado en la parte septentrional de la antigua meseta, casi en su parte más elevada, cuyos límites vendrían a situarse actualmente entre la Avda. de Aguilera, al norte, la Avda. Óscar Esplá, al este y la C/ María Mazzarello al oeste.
Imagen del actual edificio (recientemente construido) que se levanta sobre el lugar en el que se localizó el yacimiento.
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