El Teatro Polo

jueves, 23 de enero de 2014


A finales del siglo XIX, cuando solo habían transcurrido cuatro años del recién estrenado barrio de Benalúa de Alicante, el arrogante contratista don José Jover Polo ideó la construcción de un teatro de enorme envergadura en el barrio, un teatro-circo de proporciones arquitectónicas y artísticas monumentales. Ya fuera por un orgulloso afán de notoriedad, o tal vez como respuesta vengativa a la exitosa empresa del recién estrenado Teatro Principal (1846), don José soñó con un serio competidor que le inundara de beneficios al otro lado del barranco.


Fotografía del antiguo Teatro Polo desde el ángulo formado por las calles de Foglietti y de Alona a finales del siglo XIX (en primer plano vemos parte de su decoración). A la izquierda, parte de la tapia del edificio contiguo en la calle de Alona, propiedad de la Societé Anonyme des Eaux d’Alicante. Publicada en I Centenario del barrio de Benalúa. Autor desconocido.

Y así, en 1888 acude a la Directiva de "Los Diez Amigos" con la pretensión de que ésta le venda los terrenos a un precio excepcional, argumentando que el proyecto ina a ofrecer un servicio cultural esencial para la barriada. Finalmente la oferta fue aceptada, y se le conceden 2427 m2, en parcela comprendida entre las calles Alona y García Andreu con fachada a Foglietti (es decir, el solar que después ocupó el el Grupo Escolar, Colegio Benalúa, y posteriormente los barracones que lo sustituyeron., frente al edificio propiedad de Aguas de Alicante o “Chalet de las Aguas de Sax”) con una aparente bonificación del cincuenta por ciento condicionada a que el local no pudiera destinarse a otros usos y que él compensara el otro cincuenta por ciento del precio en las obras de engravado de las calles.

De este modo, el Barrio de Benalúa iba a completar en sus inicios toda una oferta de servicios (colegio, teatro, iglesia, mercado, tiendas, tranvía, fábricas para los trabajadores, ateneo cultural, cines...) para permitir una vida completa y moderna a sus habitantes, tan alejados del núcleo urbano del momento.

Ubicación exacta confirmada por los planos iniciales del barrio según la Guía de Arquitectura y Urbanismo, así como los planos iniciales del proyecto de construcción del barrio. Nota: en el primer plano el Norte (Avda. Aguilera) queda hacia arriba, y en el segundo, hacia abajo. Se ha respetado la orientación para hacer más fácil la lectura de las anotaciones.

En el año siguiente, 1889, coincidiendo con la inauguración de las obras de la primitiva Iglesia del barrio que diseñó Guardiola (acabada, tras múltiples parones, en 1917, ardió en los incidentes del 11 de mayo de 1931), también se iniciaron en Benalúa las obras para la construcción del magnífico teatro conocido con el nombre de Teatro Polo, utilizando las maderas del antiguo Teatro Español que se encontraba en la calle de López Torregrosa.



(Programa de inauguración del local con El rey que rabió. 
Casi todos los documentos consultados hablan de su inauguración en 1893; 
muy pocos, como el de la imagen, contemplan la fecha de 1894)

Tres años más tarde ya estaba construido, pero se inauguró oficialmente el 28 de Octubre de 1893, representándose, por parte de la Compañía de José Gil, la zarzuela El rey que rabió de Ruperto Chapí. Espacioso, elegante, bien acondicionado, en sus primeras funciones registró tales llenos que tuvo que organizarse servicios especiales de tranvías hasta el centro de la ciudad. En él estrenaron comedias Hermenegildo Giner de los Ríos, dirigidas musicalmente por el director de orquesta Luis Foglietti (Sin nombreA tiempo y Milton  y Por ir al baile, todas en 1894). El Teatro Polo era de proporciones arquitectónicas verdaderamente grandiosas y nació con el propósito de competir con el Teatro Principal de la ciudad, siendo proyectado su escenario con mayor capacidad que el del primero de los teatros alicantinos (algunos bromeaban rumoreando que el señor Polo había construido un teatro acorde con la "gran envergadura" de su esposa, que no cabía en las butacas de otros teatros).


Raquel Pérez del Hoyo nos lo describe a partir de la única imagen que conocemos del edificio:

 [...] De gran monumentalidad, cubierto a dos aguas, no respondió al estilo puramente neoclásico como lo hizo, cincuenta años antes, el Teatro Principal, tampoco destacó como aquel el valor expresivo de la piedra, aunque sí imitó la composición general de sus volúmenes y la forma de algunos vanos. Proyectado exento en la trama urbana, sobresaliendo de la sencillez del conjunto, respondió al lenguaje ecléctico decimonónico, destacando la ruptura del simbólico frontón triangular coronando la portada, el empleo de acabados enfoscados y la utilización de una variada tipología de vanos. En la fachada principal, orientada al Norte, se dispusieron huecos acabados en arco de medio punto, enfatizando el eje central con la colocación de un doble vano y la perforación semicircular del cuerpo de remate. En las fachadas laterales, los huecos asumieron la estructura del contexto urbano. La imagen muestra un avanzado deterioro, destacando su sobriedad y la ausencia de elementos ornamentales.

PÉREZ DEL HOYO, Raquel, et al. “Del teatro al cinematógrafo, documentación gráfica, barrio de Benalúa de Alicante”.

No obstante, su éxito duro muy poco, su efímera actividad teatral terminó en 1897. La causas de su fracaso fueron varias; por un lado, su envergadura resultó desproporcionada para el reducido sector en que fue construido (una barriada en su génesis embrionaria) y, aunque paralelamente también fue inaugurada la línea de tranvía que comunicó el barrio con la ciudad, la distancia con el casco de la población (800 metros) resultó excesiva para que el público acudiese con la suficiente frecuencia a Benalúa; en última instancia, es más que probable que se contara con una administración poco seria que acabó dando al traste con la luminosa idea, a lo que hay que sumar un fatídico incendio que acabó con todos los sueños del contratista.

La efímera actividad del Teatro Polo se redujo aproximadamente a tres años, desde finales de 1893 hasta 1897.

En 1900 ya estaba desmantelado. Cuando los acreedores del Sr. Polo quisieron destinarlo a almacenes, tras haber servido de cuartel (era tan grande que allí estuvieron acuartelados los repatriados de Cuba.) y otros usos, los "Diez Amigos" le hicieron pagar 6000 pesetas, a tenor de la cláusula convenida. Posteriormente parte de su estructura fue usada para la construcción de otros edificios, incluso los cuchillos que sostenían su cubierta fueron empleados, años más tarde, en la construcción del Palacio de Telecomunicación.

Pese a que el Teatro Polo desapareció a finales del XIX, hay documentación que atestigua la existencia del edificio (con la denominación de Teatro Polo) hasta, al menos, 1921 (Vid. PÉREZ DEL HOYO, Raquel, et al.). Así pues, observamos que José Guillén Pedemonti, nuevo popietario del Teatro tras Jover Polo, solicitó en noviembre de 1904 el derribo de la techumbre central del inmueble, realizándose la demolición bajo la dirección del Maestro de obras Nadal Cantó. En julio de 1913, Guillén Pedemonti volvió a solicitar el levantamiento, aproximadamente de un metro, de la pared de cerca existente para delimitar el jardín o patio de entrada al Teatro. Los últimos documentos encontrados, fechados en marzo de 1921, dan cuenta de unla denuncia que el capataz de Policía Urbana efectuó sobre la construcción de un cobertizo en el interior del Teatro que no tenía autorización ni dirección facultativa competente; no obstante, las obras del cobertizo sí se llevaron a cabo, siendo dirigidas por el Arquitecto Municipal Francisco Fajardo Guardiola.

Una vez demolido el Teatro Polo, sobre el mismo solar fue levantado el edificio del Grupo Escolar (Miguel López, 1933), también derribado, sustituido durante más de diez años por módulos prefabricados (barracones).

Tres años después (2014), en la misma parcela, el Ayuntamiento de Alicante construye una plaza a bajo coste, adecuando las pistas deportivas existentes para instalar otras de petanca, así como una zona de juegos, un área biosaludable para los mayores, bancos y fuentes, llamada "Plaza del Grupo Escolar", y donde también se instala, desde julio de 2015, la sede de la Asociación de Vecinos El Templete de Benalúa en la que fue la casa de la conserja Amada.

En mapa de Google Maps (2013)

Estudio realizado por
ERNESTO MARTÍN MARTÍNEZ

Bibliografía consultada:

ALICANTE, Ayuntamiento, “Expediente de derribo de la techumbre central del edificio Teatro Polo en el Barrio de Benalúa propiedad de José Guillén Pedemonti”, 1904. Archivo Municipal de Alicante: Obras Particulares, signatura 9999-12-07.
ALICANTE, Ayuntamiento, “Expediente de autorización levantamiento de la pared del jardín o patio de entrada del Teatro Polo (Barrio de Benalúa) propiedad de José Guillén”, 1913. Archivo Municipal de Alicante: Obras Particulares, signatura 9999-12-09.
ALICANTE, Ayuntamiento, “Expediente sobre construcción de un cobertizo en el interior del Teatro Polo”, 1921. Archivo Municipal de Alicante: Policía Urbana, signatura 1904-43-27.
COLLÍA ROVIRA, Joaquín, “Benalúa, odisea de su construcción (1882-1896)”, Primer Premio en I Centenario del barrio de Benalúa, Banco de Alicante, Grupo Banco Exterior, Alicante, 1985.
LLORET I ESQUERDO, Jaume, “El ressò d’Escalante a la ciutat d’Alacant durant la Restauració (1874-1902)”, Curs-seminari Eduard Escalante i el teatre del segle XIX, Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, València-Barcelona, 1997.
MARTÍNEZ-MENA RODRÍGUEZ, Miguel, “Centenario, pincelada cultural. Benalúa en Alicante, Alicante en Benalúa”, Segundo Premio en I Centenario del barrio de Benalúa, Banco de Alicante, Grupo Banco Exterior, Alicante, 1985.
MIRALLES, Virgilio, “Los Teatros”, en diario Información de 1 de septiembre de 1957.
RAMOS PÉREZ, Vicente, Historia de la provincia de Alicante y de su capital (Tomo segundo), Excma. Diputación Provincial, Alicante, 1971.
QUILIS MOLINA, Rafael, “La Historia a Gotas”, en diario Información de 30 de junio de 1972.
QUILIS MOLINA, Rafael, “El Ramón de Campoamor y El Teatro Polo”, en diario Información de 21 de julio de 1955.
PÉREZ DEL HOYO, Raquel, et al. “Del teatro al cinematógrafo, documentación gráfica, barrio de Benalúa de Alicante”. En: X Congreso Internacional de Expresión Gráfica aplicada a la Edificación, APEGA 2010, Alicante 2-4 de diciembre de 2010 : libro de actas. Alcoy : Marfil ; Alicante : Universidad de Alicante, Departamento de Expresión Gráfica y Cartografía, 2010. ISBN 978-84-268-1528-6, pp. 893-904 (Descargar pdf)
"Benalúa, Barrio intelectual", en Diario La Verdad, 31-3-11

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19 comentarios:

Jesús dijo...

PEDAZO DE FOTO ERNES, por cierto en el dvd de juanjo hay una foto que podria ser del polo... o de otro teatro de este tamaño de la ciudad, que no es el principal

a ver si la ves y opinas...

un saludo

Ernesto Martín Martínez dijo...

En cuanto Juanjo me pase el DVD comentamos. Recuerda que tenemos pendiente una visita a las ruinas de la Estación de Murcia y que puede ser apasionante...

Jesús dijo...

jejej.... para esa expedicion que no se te olvide traerme el latigo y el gorro de arqueo-loco... igual el latigo nos sirve para algo...

sin perversiones, que como lea esto uno que yo me se... y siendo la zona que es... va a empezar a pensar mal.

Juan dijo...

madre mia... esto se pone caliente... jajaja

la verdad es que desconocia totalmente lo del Teatro Polo. es una pena que no saliera adelante, aunque si su capacidad era tan desmesurada respecto al barrio (un barrio que no era centrico) es normal que acabase por desaparecer. Desde luego los que invirtieran alli les salio el tiro por la culata.

Saludos!

Juan José dijo...

¿A quién hay que fustigar?
¿A jesús?
Me apunto.
Por cierto Ernes, cuenta con el DVD cuando vayamos a la ex-estación.
Y no quiero comentarios sobre la fotito del otro día.
Ya se que me ha bajado la cotización tras posar con un político, pero... ¡nadie es perfecto!
jejej

Ernesto Martín Martínez dijo...

¿Que no quieres comentarios...? jajajajaajaj ya hablaremos, ya...

Un abrazo!!!

Juan José dijo...

Noooooooooooooooo!!!
Y para colmo, mañana me veo a Jesús.
Anda que no me va a castigar ni nada, el tio.

Jesús dijo...

como un querubin me porte... desde que te acompaño los domingos a la parroquia, soy otro...

El pan ese que tendria? A parte de canela, harina, etc...

Juan José dijo...

PIEDRAS

Juan dijo...

Ya sabemos donde el Profesor hace las fotocopias!!! jajaja

Simplemente que te he visto hoy esta tarde en Cabocopy.

Saludos!

Ernesto Martín Martínez dijo...

Cierto Juan!!! De hecho, estoy tan liado con el final de curso que hasta la semana que viene no podré entrar en inet. Un abrazo a todos!!!

Ernesto Martín Martínez dijo...

La cronología del Teatro Polo puede cambiar:

En Escalante I El Teatre Del Segle XIX: precedents i pervivència
Autor Ramon X. Rosselló, Ferran Carbó, Josep Lluís Sirera

"Un altre coliseu fou el Teatro Polo del barri de Benalua (1894-1897), de vida efímera a causa d'un desgraciat incendi."

(SÓLO 3 AÑOS? ESTO TENEMOS QUE INVESTIGARLO)

Rubén Bodewig dijo...

Un gran hallazgo Ernes!! Lástima que sepamos tan poco de este edificio... Sería tan interesante que siguiera existiendo...

Rubén Bodewig dijo...

he añadido un dato que he leído (ahora mismo no recuerdo bien, con tanto documento estos días...) de que desapareció definitivamente tras un trágico incendio que destruyó el edificio...

Rubén Bodewig dijo...

en la foto se ve un elemento decorativo similar a un "jarrón" sobre una columna en primer plano. Creo que corresponde con el edificio de Aguas de Alicante, algo que cuadra perfectamente.

Ernesto Martín Martínez dijo...

Actualizo con las 3 obras estrenadas allí por Giner de los Ríos y Luis Foglietti en 1894.
Sí, ardió en un incendio. Confirmado. Y ardió más fácilmente porque su estructura era de madera.

Ernesto Martín Martínez dijo...

Referencia al polo en el cartel del velódromo "El rayo":

http://www.barriodebenalua.es/2008/07/el-veldromo-el-rayo.html

Rubén Bodewig dijo...

Decía K-Hito, después de hablar del Teatro Campoamor:

Más tarde, apareció un teatro muy lujoso. Se llamaba Polo y no funcionó mucho. Estaba en lo que es hoy grupo escolar. Se salía por la Calle Alona. El propietario era don José Polo, un contratista de obras. Se dijo entonces que como su esposa era tremendamente gorda, no cabía en una butaca. Hubo que romper uno de los brazos en cierto teatro. Entonces, don José Polo construyó su local para que su mujer viera espectáculos con toda comodidad. El teatro era tan amplio que allí estuvieron acuartelados los repatriados de Cuba.

Ernesto Martín Martínez dijo...

Actualizado con más datos, citas y bibliografía detallada. Espero que os guste.

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