El Colegio Público de Benalúa (III): La situación actual
domingo, 9 de septiembre de 2007Un Colegio es uno de los lugares más importantes en la vida de una persona. Pasa la mayor parte de su tiempo en él, y sus recuerdos de la infancia acaban convirtiéndose, en su mayoría, en un paseo por las anécdotas, aventuras y situaciones vividas en él junto a sus compañeros.
En la etapa escolar, los niños son auténticas esponjas, con mente y cuerpo en plena formación, y el entorno donde se desarrollan es vital para favorecer este crecimiento.
En un colegio se debe cuidar hasta el más mínimo detalle, puesto que el niño es el principal destinatario de este edificio, y el paisaje que recordará y que será el fondo de sus recuerdos y su enseñanza deberá ser estimulante y adecuado para generar el mejor ambiente posible.
Cuando un niño percibe un entorno gris, triste o aburrido, su vitalidad y alegría son capaces de transformarlo. Un patio de asfalto puede convertirse en un mundo de colores brillantes cuando se llena de niños jugando. He aquí su magia y potencial.
Cuando un niño se enfrenta a un espacio gris, trata de alegrarlo y redefinirlo. Se apropia del mismo y lo modifica para animarlo. El color, las formas, los sonidos... son esenciales para desarrollar su imaginación: la herramienta más poderosa de las que disponemos.
Por suerte, el Colegio de Benalúa ha podido sobrevivir, y no lo habría logrado de ser por la ayuda recibida, que ha sido inexistente. Han sido esos locos bajitos, los que querían ir a su "cole" junto a sus amigos y sus profesores, han sido esos padres que deseaban impulsar con tesón y constancia su derecho a recibir una educación para sus hijos en las mejores condiciones cerca de sus casas y que no se han marchado a otro lugar, han sido esos profesores maravillosos a los que los padres han seguido por la educación que han impartido y que vale mucho más que cualquier instalación fantástica.
Ha sido el verdadero Colegio, todo aquello que va más allá de unas paredes y un techo, lo que ha persistido y luchado por ofrecer las mejores condiciones a los pequeños de manera constante e incansable. Esto es lo que hay que valorar, para que, quien pueda leer esto, no se deje engañar por las imágenes, y sepa que está ante uno de los mejores colegios de la ciudad, donde se recibe una enseñanza ejemplar, y que necesita ayuda para disponer de un edificio a su altura.
Para muestra de su efectividad, un botón: al inicio de Septiembre, el único centro que tenía a TODOS sus profesores en plantilla y TODAS las aulas preparadas, era éste: el CEIP BENALÚA.
Desde el blog de Barrio de Benalúa queremos invitaros a todos a luchar por el nuevo Colegio, escuchando las reivindicaciones de sus responsables y de los padres, y felicitar a todos los que han hecho posible que sobreviva esta institución, ya que su pérdida habría sido un drama para la historia de Alicante. Padres, vecinos, amigos, antiguos alumnos... debemos lograr que éste sea el ÚLTIMO CURSO EN BARRACONES, aunque para ello haya que recurrir a la prensa, al Ayuntamiento, a manifestaciones o al Parlamento Europeo si hace falta.
A pesar de que, evidentemente, es una situación que no desea nadie, se ha logrado sobrevivir del mejor modo posible y se han adecentado las instalaciones para poder afrontar la larga travesía: las clases están perfectamente acondicionadas en su interior, existe comedor escolar, un patio con gran arbolado, zona de juegos para los más pequeños... y un ambiente familiar muy enriquecedor.
Puedes ver el emplazamiento del Colegio de Benalúa en nuestro mapa de Panoramio.
Puedes consultar los artículos sobre el colegio del blog en la etiqueta: Colegio.
También puedes visitar la web del Colegio de Benalúa.
Y también puedes visitar el artículo que realizamos junto a JuanJo en AlicanteVivo.
Queremos agradecer su colaboración a los responsables del Colegio Benalúa, sin los que la recopilación de los datos aquí ofrecidos no habría sido posible.
Continúa en el artículo IV...
2 comentarios:
- Ernesto Martín Martínez dijo...
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Esa pancarta que es portada en el diario Información es la misma que ordenan quitar cada vez que el CEIP Benalúa se convierte en colegio electoral en elecciones de cualquier tipo.
- 9 de septiembre de 2007, 17:29
- Ernesto Martín Martínez dijo...
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José Antonio López Valverde
Un padre desesperado
diario Información, mayo de 2007
Soy un padre que desde hace ya unos cuantos años espera y desespera sobre una solución justa para el colegio Benalúa. Me considero con derecho a hablar del tema porque mi hijo realizó allí sus estudios de Infantil y Primaria y en honor a la verdad me siento muy orgulloso de la formación que allí recibió. Incluso he podido comprobar la alta calidad de esta preparación en sus estudios posteriores. Por ello mi familia está muy reconocida al funcionamiento de este colegio y al magnífico plantel de profesores que lo conforman, profesores que con tanta dignidad desempeñan su función en medio de tantas adversidades.
Pero por ello mismo me siento profundamente irritado por la situación actual y las perspectivas para la futura construcción de un nuevo colegio. Cuando pienso en ello, mi indignación se desborda y llego a la conclusión de que tenemos un alcalde que no nos merecemos, ni al alcalde ni a sus escuderos: después de 7 años ahora nos dice que la culpa la tiene tal o Pascual, o un señor que estaba paseando a su perrito. Pero... a estas alturas ¿a quién cree el señor alcalde que puede engañar? Ya lo ha hecho en otras ocasiones: cada vez que llegan nuevas elecciones, promete que lo primero que va a hacer es construir el colegio Benalúa. Y así, hasta las próximas elecciones.
Mire usted, señor alcalde, los ciudadanos seremos simples, pero no completamente imbéciles. El retraso en la construcción del nuevo colegio Benalúa se debe a usted y sólo a usted personalmente: usted ha demostrado una de estas dos cosas: o una ineptitud inmensa o un monumental desinterés por solucionar el problema a lo largo de estos años. Por eso sólo espero a que llegue el día 27 de este mes para poder brindar con champán en su despedida y cantar a pleno pulmón: «Que se vaya, se vaya, se vaya, que se vaya y no vuelva más...»
José Antonio López Valverde - 9 de septiembre de 2007, 19:20