Los Juzgados de Benalúa: Antiguo Reformatorio de Adultos

domingo, 4 de noviembre de 2007

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Coincidiendo con el momento en que se demolieron las murallas y se planificó el necesitado crecimiento ordenado de Alicante, se planteó por parte de numerosos ilustres liberales la necesidad urgente de crear una nueva cárcel y dejar de utilizar para tal efecto la conocida como "Casa del Rey" o Alfolí de la Sal (construido en 1591 y usado como prisión desde 1849) en la plaza de Gabriel Miró, ya que sus instalaciones no eran suficientes ni adecuadas por lo lúgubre e insalubre de las mismas (además de por estar en plena zona burguesa de la ciudad). Antes de que comenzaran los movimientos de tierras y las obras de urbanización del Ensanche, nuestro barrio de Benalúa ya había comenzado su andadura en la periferia, al borde del camino a Elche y Madrid (actual Avenida de Aguilera). Aprovechando que se ubicaba en un lugar lejano pero de fácil acceso y bien conectado tanto con la ciudad como con las comarcas cercanas, se promovió la idea de ubicar aquí un conjunto de instalaciones necesarias para la ciudad: primero llegaría el Asilo, las cocheras de Tranvías y el Chalet del Ingeniero, el Cuartel de San Fernando y después, la nueva cárcel: el Reformatorio de Adultos. Posteriormente, llegaría el campo de fútbol de Bardín... pero esto ya es otra historia.
El Reformatorio de Adultos a mediados de los años 80.

Preciosas imágenes del tráfico que se vivía en el cruce de Aguilera junto a la prisión en 1965.
Se decidió ubicar en el extremo noroeste del barrio, en la zona que inicialmente aún no se construirían casas, dentro de una parcela donada por la "Sociedad los Diez Amigos" al Ayuntamiento de la ciudad con el fin de proceder a la construcción de este nuevo establecimiento carcelario. El proyecto, inspirado en el Panopticón de Bentham, lo firmó el redactor del Ensanche de la ciudad: José González Altés, y la construcción de la nueva cárcel ocupó un dilatado período de tiempo: en 1887 se redactó el proyecto, y en 1892 comenzaron las obras. Se sucedieron varias paradas en el transcurso de las mismas, y en 1897 Manuel Chápuli Guardiola y Enrique Sánchez Sedeño tomaron provisionalmente las riendas y actuó como director de las obras. Sin embargo, no fue hasta 1910 cuando se dio un nuevo impulso para terminar el edificio.
El patio del Reformatorio de Adultos con los presos haciendo un paseo de pista junto al jardín. Fotografía cedida por Juan José Amores de www.alicantevivo.org Hemos comprobado que el edificio que asoma al fondo es la antigua escuela de Benalúa. Republicanos presos en el patio del Reformatorio de Adultos. Entre ellos, Gastón Castelló, Vicente Olcina, Ricardo Fuente y José Juan (Foto de Enrique Giménez.)
Esta nueva cárcel se planeó con arreglo a la moderna legislación penitenciaria española del momento, siguiendo las características de las denominadas "cárceles modelo" (como las coetáneas de Barcelona y Valencia). Sobre una parcela de alrededor de una hectárea, de perímetro cuadrangular. Su esquema y construcción respondían a la idea de severidad de la justicia, con gruesos muros de mampostería, huecos con grandes enrejados y garitones en los muros.
Todavía se pueden ver algunos muros originales de piedra vista en los pequeños patios que salpican con tanto encanto el perímetro del edificio.
La antigua prisión, ahora abierta a la ciudad, ya ha perdido el aire de reclusión que antaño tuvo, y muestra sus pabellones de celdas junto a unos jardines muy cuidados. Un auténtico tesoro urbano.
El edificio tenía en la fachada norte los pabellones para dependencias administrativas y de funcionarios, y al sur se encontraban las dependencias de los reclusos en cuatro naves dispuestas radialmente de modo que se pudiera garantizar un perfecto control, y que tenían en su interior un pasillo central y celdas a ambos lados. Estos cuerpos estaban aislados del exterior por los correspondientes sistemas de seguridad a base de caminos de ronda y altos muros, y los espacios intermedios entre las diversas naves fueron previstos como paseos celulares donde poder vigilar a los reclusos cuando salían al patio.
La restauración y reconversión a Palacio de Justicia conllevó un tratamiento superficial de todos los muros de la prisión con una capa de mortero pintado, que ocultó la piedra pero resaltó los sillares y las piedras de cantera talladas que sirvieron para perfilar todas las aperturas en los muros de carga para las ventanas así como para las aristas de los volúmenes.
Las construcciones se realizaron de fábrica de mampostería vista, con las llagas resaltadas por el mortero de agarre, las esquinas y los recercados de los huecos se resolvieron a base de sillería, y las cubieras se crearon inclinadas a dos aguas. La sobriedad de la construcción original, estéticamente se encuadra dentro del racionalismo constructivo decimonónico: jugando con las posibilidades de la piedra desnuda.
Fachada principal del Palacio de Justicia, con la entrada creada con motivo de la reconversión del edificio.
Los nuevos pabellones tratan de convivir con un ritmo de huecos similar, pero no logran pasar desapercibidos. El muro fue sustituido por una reja de líneas rectas, que irónicamente no deja de recordar a los barrotes de una cárcel.
Desde ciertos ángulos de la acera opuesta se puede observar bastante bien cómo resalta sobre el conjunto la parte central donde confluían todos los pabellones de presos, y desde la que se controlaba todo el centro. Los nuevos volúmenes de las posteriores ampliaciones tratan de convivir con el edificio original de la mejor manera posible sin restarle valor histórico ni protagonismo a los pabellones de celdas.
Desconocemos cuándo dejó de prestar sus funciones como cárcel, y si mientras funcionó simultáneamente con la conocida como "Prisión de José Antonio", inaugurada en 1925 y ubicada en plena Carretera de Madrid junto al barrio de La Florida, qué tipos de presos iban destinados a una y a otra. Tampoco sabemos con exactitud si la creación del Penal de Fontcalent fue lo que conllevó el cierre de éstas dos prisiones sustituyéndolas.
A finales de los años 80, con motivo de una resolución por parte del entonces Ministerio de la Vivienda de cambio de uso para la manzana ocupada por el edificio del reformatorio de adultos, en la Guía de Arquitectura de Alicante se pronunciaban así:
Volviendo al reformatorio de Benalúa, cuando está próximo su cambio de uso por traslado ya que no desaparición del centro, parece indicado plantearse qué hacer con el edificio antes de proceder a su demolición, ya que desde el punto de vista exclusivamente arquitectónico estamos ante uno de los conjuntos más interesantes de finales del Siglo XIX. Un proyecto de reutilización adoptando nuevos usos a las edificaciones ya existentes, haciendo dentro de ese proyecto una crítica a la institución que alberga actualmente y el sistema que lo sostiene, puede formar parte de los objetivos que figuren en ese posible proyecto.
1992, acceso al Palacio de Justicia de Benalúa. La vegetación aún no había crecido tras las reformas que conviertieron a la cárcel en juzgados, y las farolas dominaban la escena (hoy unos espléndidos ficus dan una espléndida sombra en este acceso). Fotografía de Carles Vela.
Fue entonces cuando se decidió concentrar en este edificio un Palacio de Justicia que liberara el edificio de la Audiencia Provincial frente al Ayuntamiento y el pequeño (y trágicamente desaparecido) edificio junto a Tabacalera. La transformación que sufrió la prisión, se dividió en varias fases: una primera a finales de los 80 que camufló la arquitectura penitenciaria con formas triviales de un "posmodenismo provinciano" y que adaptó todas las dependencias a su nuevo uso de Juzgados y Registro Civil. El estudio encargado de la reforma fue el del Arquitecto Alfonso Navarro Guzmán, que trabajó junto con Marcelo Franco Bedoya y Arturo López Fernández. En esta espléndida fotografía de principios de los años 90 (probablemente 1993), podemos ver el edificio con el cartel anunciador, ya envejecido:
Imagen de los Juzgados, cedida por Carles Vela.
Posteriormente hubo una segunda fase de modernización de las instalciones a finales de los 90 que acabó con los muros decorados por murales desmontados y numerados pieza a pieza en busca de un lugar mejor donde ubicarlos (y actualmente en paradero desconocido), en la que además se reformó la plaza de acceso desde Pardo Gimeno, ubicando unas esculturas de acero en homenaje a Miguel Hernández, que llegó aquí en 1941 procedente del Penal de Ocaña (Toledo) y murió entre sus muros débil (alimentado a base de pan y cebolla) y enfermo de tuberculosis. Según el expediente penitenciario de Miguel Hernández, la capilla del Reformatorio de Adultos de Alicante fue el lugar donde contrajo matrimonio religioso con Josefina Manresa el 4 de marzo de 1942. sólo 4 días antes de la muerte del poeta. Imagen de uno de los murales pintados sobre el antiguo muro de la prisión, en homenaje a los Poetas del Sacrificio. Hoy desaparecido y en paradero desconocido. La primera foto pertenece al Archivo de la Democracia de la UA, fue tomada en 1977 y pertenece a José Gutiérrez Carbonell. Fue realizado por sus alumnos de la Escuela de Bellas Artes de Alicante.
El monumento a Miguel Hernández, levantado en 1998 sobre el lugar en el que anteriormente estuvo la Enfermería de la cárcel, lugar donde murió de tuberculosis el día 28 de Marzo de 1942 a las 5:30 de la mañana con 31 años de edad. En este monumento se han realizado numerosos actos de homenaje y ofrendas florales en su recuerdo.
En la actualidad, se encuentra en un destino incierto, inmerso en un macroproyecto que provocó la demolición del Cuartel de San Fernando para ubicar en él la Ciudad de la Justicia de Alicante, y crear tantos juzgados y dependencias como fueran necesarios para acelerar nuestra maltrecha justicia. Sin embargo, fue muy rápida la demolición del cuartel, y como no fue así el inicio del proyecto, se decidió utilizar este solar para ubicar un aparcamiento de pago hasta que se iniciara el proceso. La puerta de acceso norte se utiliza para acceso y salida directa de los implicados en juicios, asi como para eventos importanes, mientras que el acceso sur, más urbano y con una pequeña plaza, es el que se usa para el acceso diario de trabajadores y personas que tienen que acudir al juzgado. Dadas las pocas zonas verdes del barrio y la frondosidad de sus árboles, el patio de la antigua prisión se ha convertido en una zona muy apreciada por los vecinos para sentarse a leer o a descansar en los bancos.
Puerta para furgones de la policía y vehículos de mantenimiento que entra a la cota inferior de los juzgados, y en la que al fondo se puede ver el muro de los edificios originales de piedra y el suelo del patio original.
Plaza del acceso sur a los Juzgados.
Sobre la puerta y encima del rótulo de "Palacio de Justicia" se apila irónicamente una montaña de expedientes y documentos. Una clara imagen del funcionamiento de nuestra justicia actual.
Los frondosos árboles de la Plaza de los Juzgados.
En el futuro, la Ciudad de la Justicia de Alicante la compondrán el conjunto de los nuevos edificios, la antigua cárcel y el moderno edificio de los nuevos Juzgados ubicados en la esquina de Pardo Gimeno con Los Doscientos. Puedes localizar los Juzgados de Benalúa y el Monumento a Miguel Hernández en nuestro Mapa de Panoramio. Fuentes: Guía de Arquitectura de Alicante y www.alicantevivo.org
¿Tienes fotos o recuerdos de la antigua prisión y de sus muros? ¿Cómo convivía con el barrio? ¿Provocó que no hubiera casas en sus alrededores? ¿Alguna vez se escapó alguien y entró en Benalúa? ¿Qué sucedió cuando se decidió su final como cárcel?
¡¡Cuéntanoslo!! ¡Te esperamos!

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17 comentarios:

Rubén Bodewig dijo...

A ver si algún día puedo hacer alguna foto del interior, del hall en el que se unen los edificios de celdas, del patio...

Juan J. Amores dijo...

Desaparecido, desaparecido no está el famoso muro con el mural a los poetas.
¡Está destruido!
Yo pasaba por allí todos los días antes de ir a la Universidad y recuerdo perfectamente como lo hicieron añicos.
No confiemos nunca en encontrarlo.
Por cierto, te voy a mandar una foto del reformatorio de adultos para que la publiques

Rubén Bodewig dijo...

GRACIAAAAAAAAAS!!
ya la hemos puesto!! qué buena es!!! nunca había visto nada parecido.
por cierto, empecemos a jugar a "qué ves detrás??"
Venga yo lo planteo y me callo.
Qué creéis que es el edificio que asoma detrás?

Ernesto Martín Martínez dijo...

Esto es llegar y ALUCINAR con el asombroso artículo de Rubén del fin de semana!!!! Te estás marcando el listón muy alto, amigo!
Me pasa un poco como a Juanjo, que siento nostalgia de ese muro que veía a diario y la pintada de "Els misils no molen, no es poden fumar"
Un abrazo!

Jesús dijo...

Muy bueno, enhorabuena, ya tenia yo ganas de saber mas del tema, jeje

Solo una cosa, el asilo es anterior a la prisión, en la foto del cementerio de San Blas se ve el asilo pero no la cárcel, si se ven unas casas en la actual calle de los 200...

Rubén Bodewig dijo...

Por cierto, quiero llamaros la atención sobre algo. La foto de este cuadrante de Alicante ha vuelto a ser actualizada. Ya no sale la "Casa de los Gatos", y el edificio junto al Asilo y frente al Botánico ya se ve en construcción...

Anónimo dijo...

Efectivamente, el muro se derribó y además según creo, no costó un duro el hacerlo, pues había muy buen material para aprovecharlo vendiendo las piedras que estaban en perfecto estado, para luego hacer otros muros, etc...

Anónimo dijo...

Supongo que por error, no lo envé: la foto donde pone vista del reformatorio en los años 60, es posterior (de los años 80 como mínimo),el edificio Santo Domingo (que está adosado al Asilo y hace esquina con Pardo Jimeno y Sta Mª Mazzarello), es del año 1980 y el que hay detrás (debe ser Pardo Jimeno 50 y pico) que tiene un jardincito particular para entrar, se inaguró en 1985 (aprox) y al parecer en la foto ya está construido.

Rubén Bodewig dijo...

gracias elkiko!!
tus consejos y vivencias te convierten en una auténtica referencia de la historia reciente alicantina!! ya lo he corregido!

Anónimo dijo...

¿Referencia? ¡Me estoy dando cuenta de que es más eficaz preguntárselo a Elkiko que buscarlo en Google!

Anónimo dijo...

Buenoooo, no es para tanto, sois muy amables.

Rubén Bodewig dijo...

he actualizado el artículo con una foto de los años 90 enviada por carles!! es una gozada!!

Quique dijo...

Hola Ruben

Mi bisabuelo (Vicente Miralles Llorens) estuvo en el Reformatorio de Adultos de Alicante. Finalmente, el 11 de junio de 1939(cuando tenía 33 años) lo fusilaron dejando huérfana a mi abuela con tan sólo un año de edad. A partir de este momento, mi bisabuela para poder trabajar, dejó a mi abuela bajo el cuidado de una hermana de mi bisabuelo. De este modo, mi abuela se crió sin el cariño de su madre hasta que cumplió 8 años (momento en el que mi bisabuela vuelve a contraer matrimonio). En la actualidad sabemos que sus restos se encuentran en el cementerio de Alicante, pero no los tenemos identificados.

Rubén Bodewig dijo...

Quique, qué alegría verte por aquí. Gracias por compartir tu relato familiar, en esa cárcel se tuvieron que vivir momentos muy tristes para todos, y sus muros nunca tuvieron que desaparecer. Encerraban mucha historia entre sus piedras...

Anónimo dijo...

La "prisión de José Antonio" dejó de funcionar hace mucho tiempo (no puedo dar la fecha, pero antes de los 70).
La "cárcel de Benalúa" funcionó hasta los 80. Se abrió Fontcalent para cerrar la de Benalúa, porque se había quedado pequeña.
Una característica era que no había celdas, habia dormitorios comunales (como consecuencia de las ideas de "reformatorio"). Las revueltas en las cárceles de finales de los 70 hicieron ver que el modelo de Benalúa era insostenible.
El aumento de los reclusos, el modelo inadecuado hicieron que Fontcalent fuera de las primeras de la hornada de la Democracia.

Después estuvo mucho tiempo cerrada (cuasi-abandonada) con un serio deterioro que no fue mayor por la forma en la que se construyó.

Anónimo dijo...

Ese parque que había en la entrada Sur (entrada principal de los actuales juzgados) está siendo arrasado en 2019.

En marzo 2019 cayó un ficus por los daños a las raíces que hicieron durante las obras y dejaron otro seriamente dañado. Con las siguientes lluvias, este cayó arrastrando a otros 2 más.

En mayo 2019 están convirtiendo estos árboles de más de 10 metros de altura, con una copa impresionante que llamaban la atención de quienes tenían que visitar los juzgados, en unos troncos de dos metros de altura. Seguro que la madera va a la chimenea del chalet de alguien.

En el barrio hemos perdido uno de los dos parques con su zona de sombra y frescor en verano, donde se oía a tantos pájaros que daba gusto. Tendremos una plaza de cemento que parecerá un solárium, por donde no se podrá pasar por el calor.

¡Que diría Miguel Hernández a quien se erigió un monumento allí si viera arrasar los árboles y acabar con los pájaros!

Ernesto Martín Martínez dijo...

Qué pena más grande, amigo Anónimo.

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