Un edificio que agoniza tristemente

martes, 7 de agosto de 2007

Por los días en que sus viviendas dieron cobijo a humildes trabajadores en un barrio floreciente.
Por los días de duro trabajo en los que había que subir un buen puñado de escalones hasta llegar al descanso en casa.
Por los días en que en los niños de estas casas jugaban en las calles y la plaza de Benalúa...
Una pieza de la historia del barrio merecería un final más digno.
Sería ideal rehabilitarlo, y que entablara un diálogo frente a frente con el edificio de Viviendas de Alquiler, con el que guarda ciertos parecidos en su lenguaje.
Pero seguramente permanece esperando en un coma inducido, sostenido artificialmente, esperando a que llegue el mejor postor que pague lo suficiente por tan suculento solar...
Mientras tanto, la suciedad se acumula, las puertas se deterioran, las rejas se oxidan, y sus ventanas y paredes hablan de un pasado diferente que hoy se va olvidando. El edificio se muere de envidia viendo cómo su vecino de enfrente envejece mucho mejor...
Un pequeño taller aprovechó sus bajos hace tiempo, y quizá ya ni siquiera abra. Un montón de gatos como vecinos, y quién sabe si algún inquilino más en busca de un techo que le refugie por la noche.
La piedra del bordillo de acceso de carruajes y camionetas también habla del paso del tiempo. Tantos pasaron por allí durante tanto tiempo que la piedra se desgastó con dos surcos por los que pasaban las ruedas... y sigue ahí, contándoselo a aquél que quiera pararse unos segundos en este detalle a escuchar sus historias...
Un edificio en estas condiciones sólo entristece y resta valor a la escena urbana. La calidad ambiental que podría desprender en un conjunto como el de este entorno no se aprovecha, y su estado hace que este edificio se torne un enemigo potencial al disfrute de la calle, retirándole valor estético y de disfrute urbano, y convirtiéndose en enemigo de aquellos que confunden lo antiguo con lo viejo.

Os invito a que os paréis un minuto frente a este edificio, y lo imaginéis pintado y rehabilitado, con viviendas de alquiler para jóvenes, con estudios para artistas, o con alguna coqueta cafetería en sus bajos...
Está en el número 6 de la Calle García Andreu, por si queréis hacerle una visita...

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1 comentarios:

Juan dijo...

Hay tantos edificios asi... Pero ese edificio tiene una pinta de irse para abajo... Y si se abajo esperemos que lo nuevo que se construya no desentone.

Saludos!

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