Alberto Horro, carne alicantina y embutido del país

jueves, 24 de abril de 2008

Carne alicantina y embutido del país
Alberto Horro tomó los puestos 6 y 7 del Mercado Municipal de Benalúa, pero antes de abrirlos tuvo que aprender la profesión durante seis meses


Desde el mismo momento que Alberto Horro Vázquez decidió cambiar de profesión y dedicarse a la venta al por menor de carnes y embutidos, en el Mercado Municipal de Benalúa, asumió la necesidad de trasladarse a su A Coruña natal para recibir las primeras lecciones de sus familiares, que sí se dedicaban a estos menesteres. Lo cierto es que el cambio de vida fue absolutamente radical, porque la profesión que había venido desarrollando Alberto Horro hasta ese momento no se parecía en nada a la que pretendía abrazar, y con ella, experimentar, cuando menos, el inicio de una nueva andadura, en el interior del recinto que comprendía los puestos números 6 y 7. Hay que reseñar que Alberto Horro llegó a Alicante hace ya treinta años. Vino casado y con una hija, quien no está predestinada a que continúe su negocio. “Reside en Madrid y allí tiene establecida su vida, su trabajo, su familia, que le absorbe todo el tiempo del mundo”, afirma. Otra de las lecturas a que inducía su manera de pensar y por tanto era necesario tener presente a la hora de lanzarse a la aventura, era el enfrentamiento directo con el cliente. Había de afrontar una situación diferente en todos sus aspectos a la que durante varios años había venido siendo su compañera fiel. Y como él mismo apostilla, “sobre todo porque desde que formalicé la operación del cambio de propiedad, hasta que me introduje en el interior de la parada y tomé posesión del negocio, había transcurrido un período de tiempo que se prolongó a los seis meses, que resultó excesivamente largo”. Por esta razón y teniendo en cuenta que la parada había permanecido cerrada, “cuando regresé de lo que yo he llamado cursillo de perfeccionamiento, tuve que comenzar de cero para recuperar a los clientes que ya existían y tratar de crearme nuevos”, afirma. Y a continuación, añade, “creo que lo he conseguido y me siento muy orgulloso de ello”. Los artículos que ofrece a diario se diferencian, entre otras cualidades, en que la carne procede de distintas ganaderías y granjas de la provincia, mientras que los embutidos le llegan de Murcia, Salamanca, Andalucía y Cataluña. “Creo que son de la mejor calidad que hoy puede ofrecerse en cualquier establecimiento de estas características. Y mientras pueda ofreceré estos artículos a quienes tengan la deferencia de visitarme”, dice finalmente.



Artículo publicado por Alfredo Aracil en Las Provincias, el jueves 27 de abril de 2006

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